Líneas de Investigación

El cuerpo, en tanto observable clave , observado en sus prácticas e indagado a través de la palabra, nos permite explorar aquellas complejas relaciones entre la inercia del habitus y la modificación de los afectos. Por ello el cuerpo aparece como un objeto de investigación fundamental para reconstruir una política que, antes que representativa y discursiva, se expresaría en el modo de vida, es decir, en el modo de conducir y gobernar el cuerpo y sus prácticas. En y con el cuerpo, entre habitus y afectos, se abriría un territorio político de disputa fundamental para las aspiraciones de transformación social. En este sentido, el cuerpo en tanto territorio de inscripción (y rechazo) de las condiciones socio-estructurales de nuestro presente y, por ende, como espacio en y con el que se gestiona dichas condiciones, resulta una clave de inteligibilidad primordial para la comprensión de los actuales procesos de formación de subjetividades en el contexto neoliberal.

La relevancia de esta línea de investigación radica en la capacidad de ensayar las virtudes y los límites de la categoría de género en la construcción de las identidades, así como en el desafío de proponer un análisis que permita explicar la persistencia (aun con variaciones y adaptaciones) de la desigualdad en las relaciones sociales entre los sexos, mostrando la historicidad de los términos de la diferencia sexual. Además de mostrar cómo el género participa en la construcción de las identidades, a partir de procesos de diferenciación y distinción, dando cuenta de la relación compleja y mediada entre sexo y género, la línea de investigación género-identidad se propone explicar cómo el género estructura el resto de desigualdades sociales (no sólo la desigualad sexual), esto es, cómo se inserta en un sistema múltiple de relaciones sociales y cómo actúa configurando procesos de subjetivación en otros ámbitos sociales, porque la identidad de género no es más que una dimensión –articulada de forma compleja e inestable– de la identidad del sujeto. O dicho de otro modo, cómo la desigualdad entre los géneros se inscribe en los cuerpos/territorios y cómo se articula con el sistema político o de poder (habilitando formas específicas de ciudadanía y de gobierno).

Esta línea persigue indagar en los rasgos que definen los actuales modos de agenciamiento dentro, o a partir de, los parámetros establecidos por la institucionalidad de nuestros regímenes “democráticos”. Las leyes, pero hoy con más 8 fuerza que ellas “los programas” o “iniciativas de gobierno” significan el intencionamiento de la agencia social: una cierta proyección de un ciudadano-sujeto deseado que la mayor parte de las veces resulta otro del esperado en el cruce de tales iniciativas, las dinámicas de la vida cotidiana y las coacciones del neoliberalismo. La ciudadanía, por tanto, ha de realizarse en las “apropiaciones” del gobierno, aunque no siempre como seña de algún tipo de resistencia, sino también como reforzamiento de las pautas culturales del neoliberalismo.